El propóleo es una sustancia producida por las abejas, a partir de las resinas de los árboles.
Ellas lo usan para defenderse contra los virus y las bacterias, ya que actúa como antiséptico, antiviral y antinflamatorio.
Desde siempre se ha usado el propóleo para tratar los catarros de las vías respiratorias altas, el resfriado común, la gripe, la sinusitis, la otitis, la laringitis, la bronquitis, el asma bronquial, la neumonía crónica e incluso la tuberculosis pulmonar. Del mismo modo, el propóleo se usa también en el ámbito de la dermatología, para el tratamiento de abscesos, forúnculos, sabañones, grietas o verrugas.
- El polen es un superalimento con valores nutricionales muy completos y provechosos para la salud. Entre estos, se destacan su capacidad para mejorar el rendimiento físico e intelectual, subir las defensas y combatir los déficits nutricionales.
- El polen es un alimento que se recoge de la colmena de las abejas, las cuales lo toman de las plantas y lo transportan a su panal en forma de gránulos anaranjados que elaboran ellas mismas. Se destaca por contener casi todos los nutrientes que necesita el ser humano; es el único alimento que contiene los 22 aminoácidos esenciales.
- El polen contiene una gran cantidad de nutrientes. Entre ellos, se encuentran:
Vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantonénico, C, K, colina y rutina. Es uno de los alimentos más ricos en vitaminas que existen. - Minerales como oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, zinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre.
- Enzimas: diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y sacarosa.
- Aminoácidos: alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, isoleucina, lisina, fenilalanina, triptófano, etc.
- El consumo diario de polen aporta los siguientes beneficios a nuestra salud:
- Aumenta la resistencia física, reduce la fatiga y facilita la recuperación después de una convalecencia.
- Mejora la irrigación cerebral y la capacidad intelectual.
- Regula el sistema nervioso, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.
- Mejora el sistema digestivo y combate la falta de apetito; además, favorece y regenera la flora bacteriana intestinal.
- Mejora la visión, gracias a su contenido en riboflavina.
- Estimula el sistema inmunitario y sube las defensas.
- Compensa la hipotensión de manera gradual y natural.
- Favorece el desarrollo y crecimiento de los niños.
- Regula los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre y equilibra el pH sanguíneo.
- Es un excelente suplemento protector para pacientes con cáncer que están sometiéndose a quimioterapia o radioterapia.
- Mejora la potencia sexual y combate la impotencia y la frigidez.
- Mejora el sistema circulatorio y cardiovascular.
- Reduce la inflamación de próstata o prostatitis, gracias a su contenido en zinc y hormonas sexuales.
- Detiene la caída del cabello en algunos casos, gracias a su contenido en cistina, un nutriente que aumenta el sistema piloso.
- Combate la rinitis alérgica, a largo plazo.
- Por medio de la recolección del polen, las abejas aseguran la polinización de la mayoría de las flores, así como la maduración de sus frutos.
El consumo de miel natural reduce el estrés metabólico
El consumo de miel ayuda con las alergias al polen.
Todo estrés, sea emocional, psicológico o fisiológico se traduce en el cuerpo como estrés metabólico. Una función de la glándula suprarrenal es producir adrenalina y cortisol, que estimula la descomposición de la proteína muscular en aminoácidos para hacer nuevos azúcares.
Esto ocurre cuando el cerebro piensa que está en peligro de quedarse sin combustible, por ejemplo cuando se realiza ejercicio físico o durante el sueño nocturno.
Ayuda a tu hígado a estar sano
La miel natural produce glucógeno en el hígado, que es la reserva de la energía que necesita el cerebro para su normal funcionamiento. Tendremos reservas suficientes de glucógeno si consumimos miel natural en el desayuno, antes de acostarnos y a intervalos regulares durante todo el día (especialmente antes y después de hacer ejercicio), estas reservas de glucógeno del hígado evitará la liberación de hormonas del estrés.
La miel natural promueve la recuperación del sueño
Si consumimos miel antes de acostarnos, almacenamos glucógeno en el hígado, que lo irá suministrando a la sangre cuando lo necesite el cerebro, evitando que éste desencadene la crisis cuando detecta niveles bajos de glucógeno.
Además, consumir miel natural estimula la relajación nocturna y el sueño. El azúcar natural que contiene la miel produce una ligera secreción de insulina, lo que permite al triptófano entrar en el cerebro con más facilidad y así permitir la secreción de melatonina, una hormona vital para la regulación diaria del sueño-vigilia.
Antes de dormir una cucharadita combate el insomnio
Por ello es muy recomendable consumir una cucharada de miel con un vaso de leche caliente (que contiene triptófano) antes de acostarse, para tener un sueño reparador.
La melatonina además regula los ritmos cardíacos, ayuda a mejorar la inmunidad y facilita la reconstrucción de los tejidos durante la noche.
Estimulante del sistema inmunológico
Tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas por lo tanto es ideal para estimular el sistema inmunológico, no sólo cuando se es ingerida, sino también cuando se aplica tópicamente sobre la piel.
Estas propiedades ayudan a que las heridas y cortes estén limpios y a mantenerlos libres de infección, por lo que es un buen antiséptico natural.
Finalmente como se puede ver, la miel natural es uno de los alimentos más puros, naturales y con mayor cantidad de beneficios sobre nuestra salud, y todavía hoy día se están haciendo muchas más investigaciones científicas al respecto porque se piensa que aún hay más beneficios importantes que no han podido ser corroborados.